Según Kam Patel, la Industria 4.0 se distingue de las revoluciones industriales anteriores al enfocarse en la interconexión de personas, información y procesos, en lugar de simplemente mejorar la velocidad y eficiencia de la producción como se hizo en las tres revoluciones anteriores. Esto implica un potencial transformador no solo para la fabricación, sino también para el funcionamiento general de diversos tipos de empresas.

De acuerdo con el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Colombia, la Industria 4.0 representa un nuevo modelo industrial caracterizado por la autogestión de sistemas de producción automatizados, que tienen la capacidad de aprender de manera autónoma y son interactivos (Sukhodolov, 2019). En este entorno, las tecnologías digitales y el Internet desempeñan un papel central, mientras que los humanos están limitados a la inicialización, supervisión y mantenimiento técnico, lo que requiere habilidades especializadas de los profesionales de la industria y conlleva cambios sociales. 

La Industria 4.0 emerge simultáneamente con la integración de tecnologías en un entorno digital. Para la Industria 4.0, la digitalización se relaciona especialmente con la conectividad y la interacción entre humanos y máquinas, lo que se espera que transforme el diseño, fabricación, funcionamiento y el servicio de productos y sistemas de producción. Un ejemplo de estas transformaciones incluye desde decisiones  predictivas a través del análisis de grandes conjuntos de datos hasta la simplificación a través de una mayor coordinación, nuevas formas de colaboración y coordinación, como la economía compartida, la flexibilidad en los tiempos y una mayor contribución digital a la productividad humana (Sjøbakk, 2018).

Componentes claves de la Industria 4.0 según Hermann: 

• Sistemas ciber físicos
• Internet de las cosas
• Internet de los servicios 
• Fábrica inteligente